miércoles, 14 de enero de 2009

CABALGATA DE REYES


Querida Abuela:

Este año la Cabalgata de Reyes ha estado cargada de sentimientos agridulces.

Por un lado, es el primer año que tú no estás, que no vamos a tu casa a comernos los roscones y a abrir los regalos. Esa fiesta, que tengo en mi memoria desde que tengo memoria, desapareció contigo. Recuerdo cuando era niña, viendo pasar la cabalgata, en la puerta de tu casa, mirando de vez en cuando a tu ventana, tratando de averiguar en qué momento se colaban los pajes de los Reyes a dejar nuestros regalos, y siempre se nos escapaba ese momento. La emoción de ver a los Reyes pasar nos distraía tanto que nunca los llegamos a "pillar" entrando por tu ventana. Te he echado mucho de menos

Por otro lado, es el primer año que está Raquel, y viéndola mirar la cabalgata, sin saber muy bien qué era todo ese despliegue de luces y sonidos, los ojitos le brillaban, abiertos tan grandes como podía hacerlo. He vuelto a ser niña con ella, le he gritado a los Reyes como cuando niña. Y la emoción me ha embargado, en una revolución de sentimientos, haciendo rodar alguna que otra lágrima por mis mejillas.

Me hubiese gustado que estuvieses aquí, una vez más, aunque sea para contarte en persona, y verte la cara, que Raquel va a tener un hermanito en septiembre, que viene otro bisnieto de camino, abuela... y se me encoge el corazón porque esta vez no lo vas a poder acunar en tus brazos.

No obstante estoy desbordante de alegría. Este año hemos sido muy buenos, mira qué buen regalo nos han dejado los Reyes!!!

Besos, Abuela, te quiero siempre.